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martes, 23 de octubre de 2012

Rhein land




Estamos a mediados de Octubre, y Alemania es verde y oro.

Entro por el valle del Mosse (para los que estudiamos geografía en EGB uno de los ríos navegables de Europa, el Mosa) al otro lado del río, Luxemburgo. La lluvia se sigue presentando a la hora del té, como en Francia. Así parece que el tránsito se hace menos abrupto.

Me dirijo hacia Solingen, una de tantas poblaciones que orbitan alrededor del eje del Rin y su megalópolis: Colonia, Düseldorf, Bonn, Leverkusen, Wuppertal… Allí me espera parte de la familia.
Escondite para casas

La última noche la pasé cerca de Dijon, por lo que haré noche antes de enfrentarme con la urbe. No llevo navegador GPS, solo mapas, y necesito estar descansado para mantener la orientación cuando me sumerjo en los nudos de autopistas, rondas y carreteras. Sé que me equivocaré alguna vez, y dudaré muchas, pero así se afianza mi concepto geográfico de la zona. Otra forma de aprender.

Cae la noche camino de Tier,  en terreno alemán. Me aparto un poco de la carretera por un camino secundario, y tras unas dudas originadas por el terreno muy mojado encuentro un sitio aceptable para poner la tienda.
Y para carteles
Por la mañana, a medio recoger el campamento, asusto a un tipo que sale a correr muy pronto, y tras sobreponerse escucho el primer "morgen". Se le escapa una sonrisa nerviosa, disfraz de la vergüenza que habrá sentido al sorprenderse. De nuevo un día pasado por agua. Ya está fresco, apenas 10-12 ℃ a mediodía.

Sigo sin querer entrar en las autobanh, pero como aquí son "pa'gratis" no se señala el itinerario alternativo. Empiezo zigzagueando más que en Francia. Mis intentos de mirar el mapa una vez por la mañana, o como mucho, si cambio de objetivo, se van al traste. Aquí se demuestra lo útil que resulta ser el móvil. No tenía intención de traerlo, pero como estaría unos días por España no parecía mala idea tener una conexión inmediata por si las sorpresas de última hora. Lo tengo sin tarjeta. Lo uso como lector de mapas, les hago fotos, y luego los consulto. También lo usaré bastante como localizador de wi-fi, porque por estas latitudes no se prodigan. Sí veo algún ciber, pero no me sirve para colgar las fotos o relatos.



Increíble el trato por parte de la familia. Muchas gracias a Verónica, Sandro, Oscar y Ana. Me quedo en su casa varios días, disfrutando de su recibimiento y cariño, y esperando respuesta de unas amistades en Berlín y Varsovia.

Uno de los días nos acercamos hasta Polo, en Wüpertal, una red de tiendas para motoristas.  La idea es comprar un cojín para el asiento. Quería comprarlo en Barcelona, pero la sucursal de la tienda que había visto estaba cerrada, y a los franceses no parece que les hagan falta. En un par de tiendas no tenían nada parecido, me proponían retapizarlo.



Como mi prima es, cuando menos, bilingüe, preguntó por el cojín, y les comentó que estaba de viaje largo-largo. Tras la sorpresa y las sonrisas, me atendieron amablemente, y para finalizar me regalaron varios botecitos de aceite para la cadena y otros de un spray para la limpieza de no sé muy bien qué. Charlamos un rato en inglés y me desearon suerte y buena ruta. Qué agradables.

La gente de la tienda de Polo en Wupperal


Se me pasó el tiempo casi sin darme cuenta de tan a gusto como estaba. Pero los días mejoraban, las nubes estaban exprimidas, el sol se enseñaba tímido. Y llegó el momento de partir.

Salí sin noticias desde Berlín ni Varsovia. Puse rumbo a una ciudad fascinante, y cambié de idea.

Estuve hace unos años y sé que me quedó mucho por ver, pero sigo con la idea de no hacer turismo por Europa.

Lo más duro fue renunciar a las visitas. Gente que te apetece ver pero que el tiempo y las distancias alejan inexorablemente. Tal vez las redes sociales me pudieran ayudar en ese aspecto, pero ya expliqué mi reticencia a ellas.

Verde y oro

Rumbo al sur.

Paso la noche meto por un caminito en un bosque y me cruzo con un zorro a la luz del faro. Los germanos tienen una conexión con la naturaleza interesante. Parece que los bosques son parte de las poblaciones. Se adivina la fuerza de la vegetación inundando cada rincón que queda libre. Pero todo está "pastoreado", no da la sensación de que haya algo "salvaje" en toda esta organización, cada rincón está planificado para la explotación forestal y/o cinegética. Y a ahí estaba yo, preparando la tienda y de repente pim pam pum, oigo disparos. Veo unas linternas a lo lejos. Me dirijo rápidamente a ponerme mi frontal que hasta ahora no usaba. Para estos menesteres basta esperar un poco en la oscuridad y los ojos se adaptan a la luminosidad, que suele ser suficiente para tareas no muy precisas. Desde este momento confío en que no disparen a un animal con linterna. Me doy un poco de prisa para meterme pronto en la tienda y dificultar la confusión.
Torre de ladrillos de landshut.
Con133m se considera
la más alta del mundo

El día después hablo con el agente forestal o con el dueño del coto, no lo sabré nunca. Le habían telefoneado. En una mezcla de italiano-alemán y de italiano-inglés me confirma que estaban de caza y me preguntaba si iba a estar por allí muchos días porque la espantaría. Curiosamente no era para echarme, sino para avisar a los cazadores. Pero le expliqué que estaba en ruta y me dejó terminar el desayuno.

Carreteras secundarias alemanas buceando entre todas las tonalidades imaginadas del otoño, desde verdes perennes a una paleta de ocres y rojos.

Me acerco al Tirol y a mi primera visita a los Alpes.

Marne



8 comentarios:

  1. Buuuueno, veo que lo estas disfrutando!! Fotografiar el mapa con el teléfono?? mira que te complicas con lo fácil que te lo podías hacer jaja eso si... en caso de holocausto zombie eres el que más posibilidades de sobrevivir tiene!
    Que bonita la bici! y todo... que envidieja!
    Pásalo bien!

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    1. Ciao,
      Según la vi me dije que tenías que verla. La cultura de la bici en Alemania es alucinante, tanto en opciones como en respeto.
      Cuidense

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  2. Nos alegra leer que vas bien y que sigues tu ruta, aunque no todo lo planificado salga como pensabas. Nos ha gustado tenerte aquí.
    Un beso
    La familia en Alemania

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    1. No sé si ya lo he dicho, pero GRACIAS.
      Los cambios de planes están en los planes de los planes.
      Cuidense

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  3. Un cojín en el asiento? Concesiones a la comodidad? Noooooooo. En unos días tienes un callo en sálvese la parte que ya ni lo notas. Por cierto una solución de emergencia que me vino bien a mi en su momento con las durezas del sillín fue un coulot (o culot o como carallo se escriba).
    Ojo a la carretera y no te mojes mucho.
    Abrazos brother

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    1. Buena idea lo del culot, me lo apunto por si acaso, pero no me imagino como estaría después de cinco días seguidos sin ducha.
      Ahora estoy seco.
      Cuidense y saludos para todos.

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  4. Joder !!! Parece que fue ayer cuando te fuiste y ya hace unas semanitas.... Veo que la aventura va según lo previsto (sillines y amortiguadores aparte...), asi que nada, cuidadín y no dejes de actualizar para saber como va yendo todo !!!
    Un abrazo, jefe !!!

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  5. Los imprevistos son parte del viaje.
    Cuidense mucho

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